La mediación puede tener lugar en cualquier etapa del desarrollo y evolución de un conflicto.
Con frecuencia, durante un litigio, los litigantes se pueden mostrar dispuestos a interrumpir los procedimientos judiciales para explorar la posibilidad de un acuerdo.
La mediación también puede ser elegida como el primer paso hacia la solución de un conflicto cuando las negociaciones llevadas a cabo personalmente por los contendientes no han concluido satisfactoriamente. Al hacerlo, evitan la indeseable «judicialización» del problema con los perjuicios inherentes de todo tipo que inevitablemente ocasiona, pues no por casualidad, la sabiduría popular advierte que: «Es mejor un mal acuerdo que un buen pleito»
En efecto, iniciar una acción legal nunca garantiza un resultado conforme a nuestros deseos y expectativas, nos impide intervenir activamente en la búsqueda de la solución más acorde a nuestros intereses, expone nuestra reputación al conocimiento público de terceras personas en asuntos y materias que preferiríamos mantener confidencialidad y aun en el caso de que logremos una sentencia favorable, difiere su ejecución a un trámite específico que supone nuevos costes económicos y molestias personales.
Así se entiende fácilmente que al final sea mínima la satisfacción que nos depara el procedimiento judicial en comparación con la inversión total que nos supone en términos de expectativas, tiempo, dinero y esfuerzos de todo tipo.
No lo dude: otra justicia es posible
Antes de litigar pruebe a tramitar totalmente online, el arreglo de muchas de las controversias que le pueden afectar.
Basta con que nos remita cumplimentada su solicitud haciendo clic en este formulario. Si es viable, cursaremos en su nombre una invitación a la otra parte y les informaremos de los pasos a seguir.
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antonio j. almarza garcía - abogado 